Panel 12 - La vivienda emiral

Este panel contiene información detallada de la vivienda andalusí, el espacio doméstico en el que se desarrollaba la vida de esta nueva sociedad.

1. Un cambio en la vivienda

Entre finales del siglo VIII y principios del IX, los cambios acaecidos en Reccopolis tras el incendio del conjunto palatino, transformaron y redujeron radicalmente el paisaje que había caracterizado a la ciudad desde la época visigoda. Las nuevas viviendas se edificaron con materiales de las construcciones de la antigua ciudad, como sillares para los zócalos de mampostería o tejas para las techumbres. Las paredes siguieron siendo de tapial, que se protegía con un enlucido de arcilla y cal.

Las viviendas, más sencillas que en las fases anteriores, constaban de una sola habitación rectangular que servía de estancia y dormitorio. Los hogares para cocinar se situaban junto a vanos o puertas, directamente sobre el suelo, que era de arcilla apisonada y compactada sobre un preparado de grava.

Los objetos cerámicos constituyen los materiales más comunes encontrados en estas viviendas. Se trata de piezas asociadas a las necesidades cotidianas, fundamentalmente enseres de cocina, entre los que destacan ollas, marmitas, cuencos y jarros. Algunas proceden de la tradición cerámica tardorromana y visigoda pero numerosas piezas son ya típicamente andalusíes.
Estas casas, con conjuntos de silos para almacenar grano asociados a ellas, reflejan formas de vida campesinas, con sus moradores ligados a la explotación agrícola y ganadera.

Una marmita, una olla y un jarro dispuestas horizontalmente en ese orden. Bajo ellas el dibujo cerámico en sección.
Una marmita, una olla y un jarro y sus dibujos cerámicos de secciones.